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En la mitología nórdica, Hela o Hel es una diosa que encabeza el reino del mismo nombre, donde recibe a una porción de los muertos. Hel aparece en la Edda poética, compilada en el siglo XIII de fuentes habituales anteriores, y la Edda prosaica, escrita en el siglo XIII por Snorri Sturluson. Además, es citada en poemas registrados en la saga Heimskringla y Egils que datan de los siglos IX y X. respectivamente. Un episodio de la obra latina Gesta Danorum, escrito en el siglo XII por Saxo Grammaticus, se considera en general que tiene relación a Hela, y Hela puede manifestarse en varios bracteatos del periodo migratorio.
En la Edda poética, la Edda prosaica y Heimskringla, Hela se considera la hija de Loki, y también “proceder a Hela” es fallecer. En el libro de la Edda prosaica, Gylfaginning, se describe que el dios Odín la ha asignado al reino del mismo nombre, localizado en Niflheim. En exactamente la misma fuente, su fachada se detalla como una mitad azul y otra con color carne, con un aspecto sombrío y abatido. La Edda prosaica detalla que Hela rige sobre una vasta mansión con varios sirvientes en su reino y juega un papel clave en el intento de resurrección del dios Baldr.
Las teorías académicas han propuesto relaciones potenciales de Hela a figuras que se muestran en el Evangelio de Nicodemo del siglo XI en inglés antiguo y la saga postola de Bartolomé en nórdico antiguo, siendo considerada una diosa con potenciales paralelismos indo-europea con Bhavani, Kali y Mahakali o que Hela pudo transformarse solo en una personificación tardía del lugar del mismo nombre.
Edda poética
La Edda poética, compilada en el siglo XIII de fuentes tradicionales precedentes, destaca múltiples poemas que mencionan a Hela. En el poema de la Edda poética, Völuspá, el reino de Hela es referido como los “salones de Hela”. En la estrofa 31 de Grímnismál, Hela es enumerada, y se cree que vive bajo entre las tres raíces del árbol mundial Yggdrasil.
En Fáfnismál, el héroe Sigurd continúa frente al cuerpo herido mortalmente del dragón Fáfnir, y afirma que Fáfnir yace en piezas, donde “Hela puede tomarlo”. En Atlamál, la frase “Hela tiene a la mitad de nosotros” y “enviado a Hela” se utiliza para referirse a la desaparición, si bien puede referirse al rincón y no siendo, si no ambos. En la estrofa 4 del draumar de Baldr, Odín monta hacia el “enorme salón de Hela”.
Hela también puede ser aludida en Hamðismál. La muerte es parafraseada como “el exitación de la mujer-trol” (u “ogresa”) y ostensiblemente, es Hela quien es referida como la mujer-trol o la ogro (flagð), si bien puede ser algún «dis» no concretado. La Edda poética asimismo menciona que los pasajeros a Hela tienen que pasar por su perro guardián Garmr.
Edda prosaica
Hela es citada en la Edda poética, redactada en el siglo XIII por Snorri Sturluson. En el capítulo 34 del libro Gylfaginning, Hela es enumerada por Hár como uno de los tres hijos de Loki y Angrboða; el lobo Fenrir, la serpiente Jörmungandr y Hela. Hár sigue que, cuando los dioses descubrieron que estos tres hijos habían sido traídos a la tierra de Jötunheimr, y cuando los dioses “trazaron premoniciones de que estos hermanos les traerían enormes malicias y desastres”, los dioses aguardaron varios problemas de ellos, relativamente gracias a la naturaleza de la madre de los niños, y peor por la naturaleza de su padre.
Hár afirma que Odín envió a los dioses a agarrar a los pequeños y traérselos. A su llegada, Odín lanzó a Jörmungandr a “el mar profundo que yace cerca de todas las tierras”, Odín lanzó a Hela a Niflheim, y le dio autoridad sobre los nueve mundos, a fin de que deba “dirigir comida y hosting a aquellos mandados a ellas, y aquellos que mueren de patología o de vejez”.
Hár detalla que, en su reino, Hela tiene “enormes mansiones” con muros extremadamente altos y también inmensas puertas, un salón llamado Éljúðnir, un plato llamado “Hambre”, un cuchillo llamado “hambruna”, un sirviente llamado Ganglati (Nórdico antiguo: caminante perezoso), la criada Ganglöt (asimismo “caminante perezosa”), el umbral de la entrada “escollo”, la cama “cama-enferma”, y las cortinas “fardos relucientes”. Hár detalla a Hel como “mitad negra y mitad color carne”, agregando que esto la hace fácilmente identificable, y que además Hela es “bastante alicaída y de aspecto feroz”.
En el capítulo 49, Hár detalla los sucesos en torno a la desaparición del dios Baldr. La diosa Frigg pregunta quién entre los Æsir se ganará «su amor y favor» montando hacia Hela, el lugar, para procurar hallar a Baldr, y darle a la propia Hela una recompensa. El dios Hermóðr se da y se pone en marcha en el caballo de ocho patas Sleipnir hacia Hela. Hermóðr llega al salón de Hela para localizar a su hermano Baldr, y pasa la noche. La mañana siguiente, Hermóðr le suplica a Hela que le deje volver a casa con Baldr, y le charla sobre los enormes llantos de los Æsir con la muerte de Baldr. Hela afirma que el cariño que, según Hermóðr, la multitud tiene por Baldr debe probarse:
Si todas y cada una de las cosas de los cielos, vivas y muertas, le lloran, entonces volverá con los Aesir, pero se quedará con Hel si alguna se niega o no quiere plañir.
Entonces, en ese mismo capítulo, cuando la Jotun Þökk se niega a plañir por el fallecido Baldr, ella responde en verso, terminando “que guarde Hel lo suyo”. En el capítulo 51, Hár detalla los sucesos del Ragnarök, y detalla que en el momento en que Loki llega al campo Vígríðr, “todas las gentes de Hela” llegan con él. En el capítulo 5 del libro de la Edda prosaica Skáldskaparmál, Hela es mencionada en un kenning para Baldr (“Compañero de Hela”). En el capítulo 16, “pariente o padre […] de Hela” se da en un kenning para Loki. En el capítulo 50, Hela es citada (“para sumarse a la compañía de la hermana del lobo bastante monstruoso”) en el poema escáldico Ragnarsdrápa.
Heimskringla
En la saga de los Ynglings del libro Heimskringla, escrito en el siglo XIII por Snorri Sturluson, Hela es mencionada, si bien nunca por su nombre. En el capítulo 17, el rey Dyggvi muere por enfermedad. Entonces se cita un poema del Ynglingatal del siglo IX que forma la base de la saga de los Ynglings que describe la toma de Dyggvi por Hela:
No dudo
pero el cadáver de Dyggvi
Hela lo mantiene
para corromperlo;
por los hermanos de Ulf
un descendiente de reyes
por derecho deberían
cuidar en muerte:
a amar atrajo
la hermana de Loki
heredero de Yngvi
sobre toda Suecia.
En el capítulo 45, se da una sección del Ynglingatan que se refiere a Hela como “howes\’-warder” (significando “guardián de las tumbas”) y cómo toma al rey Halfdan Hvitbeinn de la vida. En el capítulo 46, el rey Eystein Halfdansson muere siendo golpeado por la verga de un mástil. Una sección del Ynglingatal sigue describiendo que Eystein fue a Hela (Referida como “hija del hermano de Býleistr”). En el capítulo 47, el rey Halfdan, hijo del fallecido Eystein, muere por una enfermedad y el fragmento proporcionado en el capítulo describe su destino posterior, con una porción que menciona a Hela:
La hija de Loki
de la vida invocaba
a lo propio
al tercer señor feudal,
cuando Halfdan
de la granja de Holtar
dejó la vida
asignada a él.
En una estrofa del Ynglingatal mostrada en el capítulo 72 de la saga de Harald Sigurdsson del libro Heimskringla, se emplea de nuevo “dado a Hela” para referirse a la desaparición.
Saga de Egil Skallagrímson
La saga islandesa de Egil Skallagrímson tiene dentro el poema Sonatorrek. La saga asigna el poema al escaldo del siglo X, Egil Skallagrímson, escribiendo que fue compuesta por este tras la muerte de su hijo Gunnar. La estrofa final original del poema contiene una mención a Hela, aunque no por su nombre:
Estoy afligido
ya que cerca está ahora
Hel, la diosa
de los hombres fallecidos;
mucho más con alegría,
y aun con deseo,
y ahora sin temor,
aguardaré la muerte.
Gesta Danorum
En el relato de la desaparición de Baldr en la obra primitiva del siglo XIII de Saxo Grammaticus, Gesta Danorum, el moribundo Baldr es visitado en un sueño por Proserpina (aquí traducida como “diosa de la muerte”):
La siguiente noche la diosa de la desaparición se le apareció en sueños parado a su lado, y le declaró que en tres días lo abrazaría en sus brazos. No era una visión satisfactoria, ya que tras tres días de mal agudo de su herida le llevó su fin. Los académicos aceptan que Saxo usó a Proserpina como una diosa equivalente a la nórdica Hela.
Registro arqueológico
Se ha sugerido que múltiples medallones de imitación del periodo de inmigración y bracteatos muestran la imagen de Hela. Particularmente, los bracteatos IK 14 y también IK 124 muestran un jinete bajando una pendiente hacia una mujer manteniendo un cetro o báculo. La pendiente hacia abajo puede indicar que el jinete viaja hacia el reino de los fallecidos y la mujer con el cetro puede ser la gobernante del reino, correspondiente con Hela.
Ciertos bracteatos de clase B detallan tres figuras divinas que se estiman que muestran la muerte de Baldr, siendo el mucho más conocido el bracteato Fakse. 2 de las figuras se interpretan como Baldr y Odín al tiempo que Loki y Hela se han propuesto como aspirantes para la tercera. Si es Hela, probablemente está agradeciendo al fallecido Baldr que entre en su reino.
Seo Hell
El Evangelio de Nicodemo en inglés antiguo, preservado en 2 manuscritos del siglo XI, contiene una figura femenina referida como Seo Hell que se involucra en un intercambio de insultos con Satán y le dice que abandone su morada (inglés antiguo: ut of mynre onwununge). Respecto a Seo Hell en el Evangelio de Nicodemo en inglés viejo, Michael Bell asegura que su vívida personificación en una escena dramáticamente increíble recomienda que su género es más que gramatical.
No obstante, también invita a equiparar con la antigua diosa norteña del inframundo Hela y el Frau Holle del folclore alemán, por no hablar de las diosas del inframundo de otras etnias añadiendo que la posibilidad de que estos géneros sean meramente gramaticales es reforzado por visto que la versión en antiguo nórdico de Nicodemo, posiblemente traducida bajo la influencia inglesa, encarna a Hell de manera neutra (Nórdico viejo: bat helviti)
Saga postolla de Bartolomé
La saga postolla de Bartolomé en nórdico antiguo, un relato de la vida de San Bartolomé que data del siglo XIII, menciona a la “Reina Hel”. En la historia, un diablo se esconde dentro de un ídolo pagano, y sometido por los poderes espirituales de Bartolomé para manifestarse y confesar, tiene relación a Jesús como el que “logró la guerra a Hela nuestra reina” (Nórdico viejo: heriaði a Hel drottning vara). Reina Hel no se menciona en ninguna parte en la saga.
Michael Bell afirma que mientras Hela “puede inicialmente parecer idéntica a la conocida diosa pagana del inframundo nórdico” como se detalla en el capítulo 34 del Gylfaginning, “a la luz de las versiones en inglés antiguo y nórdico antiguo de Nicodemo, proyecta una sombra bastante diferente”, y que en la saga postola de Bartolomé “ella es precisamente la reina del inframundo católico, no pagano”.
Orígenes y desarrollo
Jacob Grimm postuló que Hela (a quien se refiere aquí como Halja, la hipotética forma proto-germánica del término) es fundamentalmente una “imagen de una deidad femenina, codiciosa y desmoralizadora” y que cuanto más tengamos tolerado traspasar en nuestras antigüedades, menos infernal y más divina puede aparecer Halja. De esto disponemos una garantía especialmente fuerte de su afinidad con la india Bhavani, quien viaja y baña como Nerthus y Holda, pero es igualmente llamada Kali o Mahakali, la gran diosa negra. En el inframundo se supone que se sienta en el juicio de las ánimas. Este oficio, el nombre afín, el tono negro […] la hacen excesivamente similar a Halja. Y Halja pertenece a las concepciones comunes y más viejas de nuestro paganismo.
Grimm postula que el Helhest, un caballo que tres patas que ronda el por el campo “como un heraldo de plaga y pestilencia” en el folclore danés, era inicialmente el corcel de la diosa Hela, y que en él rondaba por la tierra “recogiendo a los muertos que le debían”. Además de esto, Grimm dice que a Hela se le adscribió un vagón, con el que viajaba. Grimm afirma que Hela es un caso de muestra de “medio-diosa”; una que no puede verse ni como esposa o hija de un dios, y que tiene una relación dependiente con las divinidades mayores y que las “medio-diosas” son más esenciales que los “medio-dioses” en la mitología germánica.
Hilda Ellis Davidson (1948) afirma que Hela “como diosa” en las fuentes que han subsistido semejan pertenecer a un género de personificación literaria, que la palabra hela normalmente se «utilizaba simplemente para referirse a la desaparición o la tumba» y que la palabra frecuenta mostrarse como semejante de «muerte», a eso que Davidson asegura «naturalmente lleva a la personificación por los poetas «.
Davidson explica «que si esta personificación se fundamentaba inicialmente en una creencia en una diosa de la desaparición llamada Hela es otra cuestión», pero que ella no cree que las fuentes que han sobrevivido den alguna razón para creerlo. Davidson añade que, por otro lado, se pueden localizar otros ejemplos de «ciertas mujeres sobrenaturales» similares con la muerte en fuentes de la mitología norteña, que «semejan estar íntimamente ligadas con el mundo de la muerte, y eran mostradas como agradables guerreras fallecidas «, y que la representación de Hela «como diosa» en Gylfaginning «bien pudo ser algo de eso».
En obras siguientes (1998), Davidson asegura que la descripción de Hela encontrada en el capítulo 33 del Gylfaginning «difícilmente sugiere una diosa». Davidson añade que aún no siendo la impresión dada por el relato del viaje de Hermod a Hela entonces en Gylfaginning (49) y apunta que aquí Hela [habla] con autoridad como gobernante del inframundo» y que de su reino «los regalos se devuelven a Frigg y Fulla por la esposa de Balder, Nanna, como de un reino amistoso». Davidson propone que Snorri pudo «haber convertido en un inicio a la diosa de la muerte en una figura alegórica, tal y como logró con Hela, el inframundo de sombras, un lugar ‘donde van los hombres impíos’, así como el infierno católico (Gylfaginning 3)». Davidson continúa:
Por otra parte, una diosa de la desaparición que representa los horrores de la masacre y la descomposición es algo bien conocido en cualquier parte; la figura de Kali en India es un caso de muestra excepcional. Como la Hela de Snorri, ella es terrorífica en apariencia, negra u obscura en color, comúnmente desviste, adornada con varias cabezas o brazos o cadáveres de pequeños, sus labios empapados con sangre. Hechiza el campo de guerra o campo de cremación y se sienta en los cadáveres. Aún para todos ella es «el envase de la candente devoción por incontables devotos que se acercan a ella como su diosa» […].
Davidson sigue equiparando con testimonios primitivos de las diosas irlandesas Badb (Davidson señala a la descripción de Badb como La destrucción del Albergue de Da Choca donde Badb viste un mantón obscuro, tiene una gran boca, tiene color oscuro, y pelo gris cayendo sobre sus hombros, o, alternativamente «como una figura roja en el borde del vado, lavando el carro de un rey condenado a fallecer «) y a Morrigan. Davidson concluye que, en estos ejemplos, «aquí poseemos el fiero lado destructivo de la desaparición, con fuerte énfasis en sus terrores físicos, por lo que quizás no debamos asumir que la figura espantosa de Hela sea completamente la invención literaria de Snorri».
Jonh Lindow asegura que la mayor parte de detalles sobre Hela, como figura, no se encuentran fuera de la escritura del Glfaginning de Snorri, y dice que en el momento en que la antigua poesía escáldica «dice que la multitud está ‘en’ en lugar de con’ ‘Hela, estamos tratando claramente con un lugar más que una persona, y esto se puede asumir que es una concepción antigua», que el nombre y el sitio Hela probablemente se originaron sencillamente para significar «tumba», y que «la personificación vino luego».
Rudolf Simek teoriza que la figura de Hela es «probablemente una personificación muy tardía del inframundo Hela», y afirma que «los primeros kennings empleando a la diosa Hela están a finales del siglo X y XI». Simek afirma que la descripción alegórica de la casa de Hela en Gylfaginning «claramente se ubica en la tradición cristiana», y que «completamente nada habla en pos de la presencia de Hela en tiempos pre-cristianos». No obstante, Simek asimismo cita a Hela como la posible figura ignota en los bracteatros-B del periodo de migración.