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Pan es una figura de la mitología griega que en un comienzo fue una deidad pastoral de Arcadia. Se creía que vivía en las montañas y los bosques de Grecia y se encontraba considerado como el patrón de los pastores, por eso uno de sus atributos sea la albanega (lagobolon), una trampa para liebres. No tenía una manera totalmente humana, sino tenía piernas de cabra y cuernos. Se lo asocia con la música y sus poderes mágicos y se le asigna la invención de la siringa o zampoña, mucho más famosa como la flauta de Pan.
Mitos del dios Pan
Hay muchos mitos en relación con los progenitores de Pan, pero los que más se suelen citar son Hermes y una ninfa. Según la mitología griega, Pan se enamoró de la hermosa ninfa Siringa, hija de Ladón, el dios del río. Para huír de sus avances, Siringa le pidió a Zeus que la salvara, y justo cuando Pan la atrapó Zeus la convirtió en cañas. Enfurecido, Pan rompió las cañas en trozos, pero al pensar se sintió conmovido por el remordimiento, lloró y besó las cañas rotas, todo cuanto quedaba de su querida. En el momento en que besaba las cañas descubrió que su aliento podía crear sonidos con ellas y de esta manera creó el instrumento que llevaría el nombre de la ninfa perdida.
Otras figuras que despertaron los aprecios de Pan fueron las ninfas Eco, Pitis y Selene, la personificación de la luna. Para finalizar, en ciertos mitos Pan asimismo tenían pretensiones cariñosas con Afrodita. Con frecuencia se relacionaban las cuevas con la adoración del dios, especialmente la gruta Coricio (Korkykeion) en la ladera del monte Parnaso, que se encontraba dedicada al culto de Pan y las ninfas. Otra gruta que se usaba para la adoración del dios era la de Vari en el Ática. Especialmente los pastores hacían sacrificios al dios, normalmente de cabritos, cabras u ovejas, o hacían ofrendas votivas de figurillas de pastores hechas de arcilla.
Otras ofrendas típicas para Pan eran vasijas, lámparas y saltamontes de oro. Los cazadores asimismo tenían un gran respeto por él, junto con Artemisa, y consideraban que su reino era el de la caza menor, como las aves salvajes. Pan se encontraba relacionado especialmente con Delfos y Atenas, donde se estableció un culto al dios que contaba con sacrificios de cabras castradas y carreras de relevos. Según el mito, contado por el historiador griego Heródoto, este culto se estableció a cambio de la asistencia que prestó Pan a los atenienses en la guerra de Maratón.
Arte griego
Pan aparece en el arte heleno desde alrededor del 500 a.C., y en las primeras representaciones es una cabra completa, parado sobre las patas traseras. En la cerámica de figuras rojas posterior adquiere la mitad superior y la cabeza humanas, pero sigue sosteniendo los cuernos y a menudo va acompañado de ménades y sátiros. El dios asimismo se llegó a asociar con los rituales y los festivales relacionados con Dionisos. En el siglo IV aC. Pan aparecía en el dorso de las monedas acuñadas por la Liga Arcadia.
A lo largo del periodo helenístico, el reconocimiento del dios aumentó y se lo relacionó con el pavor que hacía presa de los soldados en el calor de la batalla. Una forma similar de exceso de conmuevas violentas, llamada panolepsia, también podía sobrevenirle a alguien. En la época romana, el dios se hizo conocido como el Todo, una especie de dios universal, que era un juego con las palabras por el otro concepto de la palabra pan (que en heleno asimismo significa «todo»).