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En la mitología griega, Hestia, es el nombre con el que se bautizó a la primogénita de los colosos Cronos y Rea, representa todo lo concerniente al calor del hogar y la familia, por ello prácticamente jamás salía de su hogar, el Olimpo.
Los dones de Hestia y sus relaciones con otros dioses
Hestia fue la primera deidad en ser devorada por su padre Cronos al instante de su nacimiento, su hermano menor Zeus fue el responsable de rescatarla y posteriormente fue cortejada por Apolo y Poseidón, pero no aceptó las intenciones de ninguno de los dos.
Por consiguiente, juró ante la cabeza de su hermano Zeus que es su voluntad la de quedarse virgen por toda la eternidad, dada esta decisión, Zeus le concede el don de la pureza y de ser la guía espiritual de todas y cada una de las familias y del hogar. A Hestia no lo reconocen ningún género de enfrentamiento con otras deidades, como sucede muchas veces entre los dioses griegos.
Esto hay que exactamente a la razón de ser de sus responsabilidades, las que son:
- Resguardar a la familia.
- Promover la alegría conyugal.
- Sostener la armonía en hogares y templos.
- Su carácter virginal, es exhibe de la pureza que tiene la tierra, a pesar de toda la maldad de todo el mundo.
Culto y representación de Hestia
Debido a su alta divinidad fué venerada y representada en varios templos, ciertos de ellos son Atenas, Olimpia, Ténedos, Oropos, Hermíone, Esparta y Larisa. Por otra parte, su representación icónica tiende a estar sentada o de pie con un velo que cubre su pelo y cae por su espalda, asimismo hace aparición con un fuego entre sus manos.
Esta llama representa el calor hogareño y la armonía del rincón al cual resguarda, puede verse en la mayor parte de estos santuarios donde es reverenciada. Muchos de los templos pertenecientes a otras deidades, estaba Hestia encabezando el sitio, ocupando su papel de protectora.