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La diosa del amor, la pasión y la procreación, la sensual Afrodita era la fuente del deseo erótico tanto heterosexual como homosexual. Una figura al unísono espléndida y destructora, que encarnaba todas las posibilidades que ofrecían el amor y el deseo.
Afrodita era una personalidad vigorosa y una fuerza a tomar en consideración. Si bien se encontraba casada con Hefesto, el dios del fuego y la forja, muchos amantes revolotearon por su mitología (sobre todo, el dios de la guerra Labres). Símbolo de todos y cada uno de los deseos y anhelos, Afrodita ejercitaba una enorme predominación en los temas de los mortales y desempeñó un importante papel en la provocación de la guerra de Troya.
ETIMOLOGÍA
En la antigüedad, los helenos pensaban que el nombre «Afrodita» derivaba de la palabra griega aphros, que significa «espuma de mar». En la Teogonía, el poeta Hesíodo describió cómo Afrodita nació de la espuma que surgió después de que Cronos cortara los genitales de su padre Urano y los arrojara al mar. De este modo, interpretó que el nombre de Afrodita significaba «nacida de la espuma del mar».
Hoy en dia, la mayoría de los estudiosos piensan esta derivación como una etimología habitual. Algunos han buscado múltiples orígenes indoeuropeos para el nombre, remontándose a expresiones como *abʰor- («muy»), *dʰei- («brillar «) o *abrhá- («nube»). Otros, como Martin West, buscaron una fuente semítica. Y otros han recurrido al etrusco para buscar el origen del nombre, comparándolo con (y también )prϑni, un honorífico etrusco que significa «señor» (en este caso, el nombre de Afrodita significaría «la señora»).
Resumiendo, la etimología del nombre «Afrodita» es muy incierta y probablemente se originó en una lengua no griega. De hecho, no hay pruebas de la existencia de la diosa a lo largo de los primeros periodos de la historia griega (la Edad de Bronce o el intérvalo de tiempo micénico, ca. 1600-1100 a.C.); posiblemente fuera inicialmente una diosa oriental adoptada más tarde por los helenos.
EPÍTETOS
Afrodita era descrita generalmente como ourania («celestial») y pandēmos («de todas y cada una la gente «). Varios epítetos, como chryseē («dorada»), dia («brillante «) o eustephanos («bien coronada»), estaban relacionados con sus atributos o su aspecto. En otros casos, los epítetos de Afrodita reflejaban su dualidad como diosa de la alegría y de la destrucción: se la conocía tanto como philommeidēs («apasionado de la sonrisa») como skotia («obscura «).
ATRIBUTOS
Afrodita era adorada principalmente como diosa del amor erótico y de las mujeres. En este sentido, se la honraba con relación a el sexo, el matrimonio y el parto. Pero sus funciones también se extendían a otras áreas: por ejemplo, Afrodita era una diosa no solo de la fertilidad de las mujeres y el parto, sino más bien asimismo de la fertilidad de la tierra, de la vegetación y la agricultura. Afrodita también era vista, naturalmente, como la patrona de las prostitutas. Otra de sus funcionalidades, quizá menos natural, era la protección de los marineros en el mar.
En el arte y la literatura, el primordial atributo de Afrodita fue siempre y en todo momento su increíble hermosura física. Como si fuera poco, se decía que poseía una faja mágica que hacía irreprimible a quien la llevaba. En la Ilíada de Homero hay una famosa escena en la que Hera toma prestada la faja de Afrodita para seducir a Zeus.
En contraste a el resto diosas griegas, que solían representarse modestamente vestidas, Afrodita se representaba casi siempre en múltiples estados de desnudez. Esta inclinación se inició a fines del siglo V aC. y se impuso velozmente, personificada en la estatua de Afrodita de Cnidos de Praxíteles (345/340 a.C.) y en la pintura de Afrodita saliendo del mar de Apeles de Cos (Afrodita Anadyomenē, o la «Afrodita de Cos»). Estos proyectos fueron copiadas sin cesar durante la antigüedad.
Con frecuencia se representaba a Afrodita en compañía de otros dioses, especialmente Eros o los otros Erotes (dioses del amor de los que se acostumbra decir que son hijos de Afrodita). En otras oportunidades, su séquito incluía a las Gracias, las Nereidas o el salvaje Pan.
Por último, a veces se representaba a Afrodita victoriosa y armada para la guerra, con casco, escudo y armas. De este modo se la mostraba, por poner un ejemplo, en Corinto, Citera y Esparta.
Afrodita tenía varios símbolos animales y vegetales que ayudaban a distinguirla en la antigüedad. Se la asociaba en especial con los machos cabríos, pero asimismo con las palomas, los gorriones, las golondrinas y los cisnes, que con frecuencia se imaginaban tirando de su carro o sirviendo de mensajeros. Otro de los animales sagrados de Afrodita era la tortuga.
Las plantas sagradas de Afrodita eran la manzana, la rosa, el mirto y la amapola.
FAMILIA
Los orígenes de Afrodita son oscuros: o era la hija huérfana de madre del dios primordial Urano, o la hija del amor de Zeus y Dione. De esta manera, Afrodita sería una deidad esencial, nacida bastante antes que el resto olímpicos, o una hermanastra de los incontables hijos de Zeus, como los dioses Apolo, Artemisa, Ares y Hermes y los fatales Heracles, Perseo y Helena de Troya. También hay tradiciones posteriores que le atribuyen otros padres -por poner un ejemplo, Urano y Hemera (la diosa del día)-, pero éstas no eran tan conocidas ni admitidas en la antigüedad.
Si bien normalmente se la presentaba como casada con Hefesto, el dios de la artesanía y la metalurgia (y, en algunas tradiciones, su hermanastro), los nudos matrimoniales no eran una barrera para Afrodita, que deseaba -y era deseada por- varios.
El continuo romance de Afrodita con Labres produjo una serie de hijos cuyas naturalezas representaban los extremos de su propia personalidad. Según Hesíodo, estos hijos eran Deimos (el dios del terror y el miedo ), Fobos (el dios del miedo ) y Harmonia (la diosa de la armonía y el confort ). Según otras fuentes, Ares y Afrodita fueron también los padres de Eros y Anteros, dos de los Erotes (deidades aladas asociadas al amor y al erotismo).
Afrodita tuvo otros amantes entre los dioses y también tuvo hijos con ellos. Con Dionisio, el dios del vino, Afrodita tuvo a veces a Himeneo (el dios de las ceremonias maritales ), a Iacco y Sabazio (dioses menores de los rituales), a Príapo (un dios del ganado) y a las Gracias (deidades socias con el atractivo, la belleza y la fertilidad). Con Hermes, el dios mensajero, Afrodita tenía a Hermafrodito (nombre formado por «Hermes» y «Afrodita»), que poseía tanto genitales masculinos como femeninos.
Afrodita también tuvo múltiples amantes fatales. Los mucho más famosos fueron el bello Adonis, el más encantador de los hombres fatales, y Anquises, un príncipe troyano con el que Afrodita engendró al héroe Eneas (después venerado como antepasado de los romanos).
Por último, Afrodita era llamada generalmente la madre de los Erotes («Amores»), Pothos («Deseo») y Peitho («Persuasión»).
MITOLOGÍA Y ORÍGENES
Hay al menos 2 versiones conocidas del nacimiento (o creación) de Afrodita. La primera, contada por Hesíodo en la Teogonía, situaba la creación de Afrodita al comienzo del tiempo mítico, cuando el titán Cronos, hijo de Urano, se levantó contra su padre.
Urano era una deidad esencial y el gobernante del cosmos cuya unión con Gea, la tierra, dio inicio a todas las cosas. Según Hesíodo, cuando Cronos derribó a su padre, cortó los genitales de Urano y los arrojó al mar cerca de la isla de Citera. De la sangre de Urano surgieron las Erinyes, los Colosales y las ninfas, y de la espuma que se arremolinaba cerca de sus genitales cortados brotó Afrodita. Nacida cerca de Citera, Afrodita desembarcó primero en Chipre (por eso la historia del nacimiento de la diosa mencione sus dos sitios más sagrados).
La otra versión de los orígenes de Afrodita, contada por Homero, presentaba a Afrodita como hija de Zeus y Dione, una figura enigmática que podría haber sido un Titán o una Oceánida. Sin embargo, Homero no relató su concepción o nacimiento, sino que se limitó a detallar a Afrodita como hija de Dione.
Las historias contrastadas cerca de los orígenes de Afrodita crearon cierta confusión entre los viejos griegos, una situación que Platón procuró resolver en su diálogo el Simposio. Comentando a través del personaje de Pausanias, Platón sugirió que Afrodita Urania («Afrodita celestial») y Afrodita Pandemos («Afrodita común» o «Afrodita del pueblo»), los epítetos mucho más populares para la diosa, eran de todos modos deidades separadas fusionadas en la conciencia colectiva de los helenos.
Según Platón, Afrodita Pandemos representaba el tipo de amor sexual «inferior» o «común» entre un hombre y una mujer. Afrodita Urania, en cambio, representaba el cariño «superior», mucho más enrarecido, que sólo podía existir entre 2 hombres ; mucho más concretamente, entre un erastes, un hombre mayor y curtido, y un eromenos, un joven o un niño en plena madurez.
AFRODITA Y LA GUERRA DE TROYA
A los helenos les gustaba culpar a las mujeres de sus inconvenientes ; tal fue la situación de la Guerra de Troya, el más importante y también impactante de todos los conflictos mortales de la mitología griega. Según la leyenda, Hera, Atenea y Afrodita tuvieron la culpa de incitar la guerra; no obstante, fue Afrodita quien cargó con el mayor peso de la responsabilidad.
Los hechos que condujeron a la guerra de Troya comenzaron con un pequeño conflicto entre Hera, Atenea y Afrodita sobre quién era la mucho más bella. Para solucionar la cuestión de una vez por todas, decidieron festejar un certamen : la ganadora recibiría una manzana de oro con la inscripción «a la más hermosa «. Zeus encargó a Paris, príncipe de Troya, que tomara la resolución final.
Deseosas de zanjar el tema, las diosas se presentaron ante Paris (en varias versiones, sin ropa), pero éste se mostró reacio a elegir. Las diosas recurrieron entonces a los sobornos: Hera prometió poder político, al paso que Atenea prometió sabiduría y gloria militar. Sin embargo, fue Afrodita la que ofreció a Paris la mujer mortal mucho más hermosa. Paris escogió este último regalo, que resultó ser Helena, mujer del rey Menelao de Esparta. En cumplimiento de su promesa, Afrodita asistió a Paris a secuestrar a Helena y llevarla a Troya; este acto fue el que finalmente desencadenó el conflicto.
Durante la guerra, Afrodita defendió regularmente a los troyanos y veló en lo personal por la fortuna de Paris y Helena. En la Ilíada de Homero, por poner un ejemplo, intervino para rescatar a Paris una vez que éste desafiara al poderoso rey Menelao a un enfrentamiento cuerpo a cuerpo. Más tarde, volvió para socorrer a su hijo, el héroe troyano Eneas, del guerrero heleno Diomedes. Pero Diómedes se volvió rápidamente contra Afrodita y la hirió en el brazo. Según ciertas tradiciones, Afrodita terminó castigando a Diomedes poniendo a su mujer en contra suya y provocando su destierro.
El hijo de Afrodita, Eneas, consiguió escapar de Troya después de que esta fuera al final conquistada por los helenos. Ella le ayudó a conseguir el camino a Italia, donde creó la ciudad de Lavinio y se convirtió en el antepasado de los romanos. Naturalmente, este mito estaba considerablemente más que se encuentra en la literatura romana que en la mitología griega.
DIOSES EQUIVALENTES A AFRODITA
Afrodita tenía 2 nombres alternativos comunes en la literatura antigua: Cypris y Cytherea, en referencia a su estrecha relación con las islas de Chipre y Citera, respectivamente. El equivalente de roma de Afrodita se llamaba Venus.