Tiempo estimado de lectura: 6 minutos.
Belenus, asimismo popular con variantes como Belinus, Belenos, Belatu-Cadros o Beli Mawr era entre los dioses más esenciales de la mitología celta, considerado como dios solar y protector de la cosecha y el ganado. Su culto es uno de los más viejos en las antiguas tierras celtas y fue aun de gran influencia en la mitología romana.
Estaba asociado en cierta forma al dios Apolo de quien como él se decía que era con la capacidad de desplazar el Sol gracias a su carro tirado por caballos. Hoy día, incluso, una de las fiestas mucho más populares de Irlanda, está asociada a su culto, Beltane, el festival celta del “Buenfuego”, que se celebra cada primero de mayo en aquel país.
Etimología
La etimología de su nombre es dificultosa. Siempre y en todo momento se le asocia a «refulgente» por la raíz indoeuropea «Behl», y asimismo por el hecho de que su asociación con Apolo desde la antigüedad le hacía comunicar ese epíteto con el dios heleno. No obstante, es mucho más que posible que Belenus fuera un dios de la curación. En irlandés viejo existe la raíz «– guelH» que viene a llevar a cabo referencia a algo tal como «manar, o manantial».
Asimismo, se expone una posible relación entre la «hierba de Apolo», nuestro «beleño» y el galo «belenuntia», esto es, la planta alucinógena cubierta de un fino pelo blanco. Otra ubicación, en esta ocasión de los que conozco en lo personal, está relacionado con la etimología de manantial medicinal. Hablamos de la fuente de Barenton, en Bretaña, cuyo nombre viejo era Belenton. Por consiguiente, es comprensible que la asociación del sol de Belenus sea meramente circunstancial y que probablemente su principal poder fuera curativo como un dios de la curación.
Beltane, el festival irlandés relacionado con Belenus
En la simbología mitológica, a Belenus se le asociaba no solo con la rueda, sino más bien asimismo con el fuego, no entendido este por su procedencia del Sol, sino más bien como elemento purificador. De ahí que se le consagrara cada año una celebración cuya función primordial era querer que las tierras fueran fértiles y hubiera alimento para el ganado.
Dividido en dos estaciones, cálida y fría, el año celta tenía 4 temporadas: El Samhain empezaba en noviembre, el Imbolc lo hacía en el mes de febrero, el Lughnasad en agosto y, por último, el Beltane en mayo. Era este Beltane el que abría la temporada cálida, el tiempo en que las tierras fertilizaban, las yerbas medraban y por tanto, el ganado podía salir a pastar.
Año celta – celebración de Beltane
Se festejaba con fuegos purificadores, y se sacaba al ganado para alimentarse de las hierbas recién crecidas. Era, por tanto, una época favorece para el pastoreo.
En aquellos tiempos todo comenzaba en Uisneach, en lo que el día de hoy es Westmeath, una colina que se encontraba considerada como un considerable centro de rituales. Allí se encendía las primeras de las fogatas que entonces se extendían por toda Irlanda y Escocia. Encendidas dos fogatas paralelas, se hacía pasar a los animales entre ellas de modo que se purificaran con el fuego y se inmunizaran de cualquier patología.
Aunque actualmente esta festividad ha pasado a ser parte de la tradición irlandesa, dejando atrás su relevancia religiosa, la verdad es que se ha arraigado a la cultura del país hasta tal punto que por mes de mayo se le considera el mes de Beltaine, en gaélico, Mi na Bealtaine, y al día de las celebraciones, Là Bealtaine.
El origen de Belenus
Parece que su culto se generó en la Galia y en Britania antes de extenderse por todas las tierras celtas. Su nombre es de origen indoeuropeo y podría traducirse como «el brillante» quizás conseguido de la raíz celta «bel» (luz). Ese origen etimológico de su nombre es el que lo ha llevado a ser considerado como dios del Sol y por consiguiente, constructor del mundo en la mitología celta.
Desgraciadamente no es bastante lo que ha quedado de este dios, e incluso diferentes estudios reflejan la importancia que en su origen tiene la que se considera su consorte, Belisama, nombre cuya traducción sería «verano brillante». Ella, de la que se conoce aún menos que de Belenus, sí era una auténtica diosa solar, asociada al fuego, a la luz y a la fertilidad, e inclusive existe quien considera a Belenus la masculinización de la diosa Belisama.
Belenus en otras mitologías
El culto a Belenus podemos localizarlo no solo en la mitología celta, sino más bien también en la astur, e inclusive hay raíces que la entronca con la mitología romana. Si antes charlábamos de su relación con Apolo, también hay referencias a la relación existente entre Belisama y Minerva.
Irlandeses, galeses, escoceses y astures tienen bastantes referencias a este dios celta. A Belenus se le llama Grannus entre los pueblos celtas continentales europeos, como Beltaine entre los irlandeses, como Beli entre los galeses, como Bile o Belenos entre los escoceses, en Asturias, en el concejo de Ponga, el pueblo de Beleño le debe su nombre a este dios, e incluso llegó a ser patrón religioso de ciudades italianas como Aquilea, allá por el siglo III d.C.